Oncidium
Genero simpodial de plantas epifitas, con gran cantidad de especies, muchas de las cuales fueron reclasificadas en otros géneros, como el caso de nuestro O. bifolium que hoy se clasifica como Gomesa bifolia.
Popularmente se las conoce como ‘Flor de patito’ o ‘Bailarinas’, ya sea por el color de sus flores, como por el efecto que muestran cuando sus largas varas florales, se mecen con el viento.
Son originales de América, desde Puerto Rico y sur de la Florida en los Estados Unidos, en Centroamérica, y en Sudamérica, hasta el centro litoral de Argentina, y Brasil.
Viven en áreas desde el nivel del mar hasta 1000 msnm. en bosques húmedos y con buena luz.
Pseudobulbos carnosos, ovoides, tronco cónicos, o aplanados lateralmente con una o dos hojas lineares, lanceoladas, delgadas, verdes, y otros con una sola hoja generalmente elíptica, coriácea, y hasta gruesa, algunas de color verde grisáceo con máculas marrón-rojizas, tipo este conocido como ‘Orejas de burro’.
Las inflorescencias son largas de hasta 1,5 m. en algunas especies, nacen en la base de los pseudobulbos, erectas o péndulas, ramificadas o no, con numerosas flores pequeñas de 3 a 6 cm. diámetro, en racimo que se abren simultáneamente, y otras de 7 a 8 cm. de altura y 4 a 6 cm. de ancho según las especies, y duran semanas abiertas, lo que les da un aspecto espectacular.
La mayoría de las especies poseen sépalos y pétalos pequeños de 1 a 1,5 cm, de longitud, si los comparamos con el labelo, grande, vistoso de 5 a 6 cm. de diámetro, y algunas con sépalos finos y alargados, y los pétalos más cortos y anchos.
Florecen una sola vez en el año, pero hay híbridos que lo hacen hasta dos y tres veces en el año, en diferentes estaciones.
Son plantas muy adaptables al cultivo, muchas especies prefieren plantas vivas, troncos o placas de corteza, y otras pueden cultivarse bien en contenedores comunes, con corteza de pino mediana, y algo de musgo sphanum o perlita en la mezcla.
Se pueden tener al aire libre en nuestro clima templado-frio, de Buenos Aires-Argentina protegiéndolas de las heladas y del sol fuerte del mediodía, aunque les gusta tener una muy buena luminosidad para vivir, buena humedad y muy buena aireación.
