Dendrochilum
Plantas simpodiales, epifitas, a veces litófitas, y unas pocas terrestres, con gran número de especies, las cuales son originarias de Birmania, Papúa Nueva Guinea, y con algunas endémicas en Sumatra, Borneo, y Filipinas.
La mayoría de las especies que se cultivan son originarias y endémicas de Filipinas.
Viven en los bosques de baja o media montaña, como también en los manglares de las costas, o en las rocas graníticas con musgo o líquenes, expuestas a los vientos de esas zonas bajas o medias donde habitan.
Como dato de interés señalaremos que en Borneo, en una sola montaña en especial se encontraron el 39,5 % de todas las especies de esa isla, doce de las cuales más dos variedades, son a su vez endémicas de esa montaña.
Tienen rizoma rastrero,
con pseudobulbos casi pegados entre sí, ovoides o casi cilíndricos, envueltos en brácteas verdes o marrones delgadas, desarrollando una o dos hojas apicales, turgentes, erectas, de lanceoladas a elípticas, herbáceas, con un largo peciolo.
Las inflorescencias son en racimos que nacen de los laterales de los pseudobulbos y crecen simultáneamente con estos, y a medida que las hojas se desarrollan toman forma de cucurucho para mantener la vara floral erecta dentro de ella, la cual posee gran cantidad de pequeñas flores fragantes, blancas, amarillentas, rosadas, y hasta rojas.
Según las especies las inflorescencias pueden mantenerse erectas y/o péndulas, a medidas que crecen o maduran las flores generalmente pequeñas de 1 a 2,5 cm. de diámetro.
Se necesita en este momento buen riego y abonos, para darles los nutrientes esenciales para su rápido desarrollo y floración en simultaneo.
Necesitan calor con buena humedad, y reposo luego de la floración.
Pueden vivir y desarrollarse perfectamente al aire libre en nuestro clima templado-frio solamente en la primavera y hasta el principio del otoño.
Por mi experiencia personal no aconsejo mantenerlas al aire libre en nuestro clima de Buenos Aires (Argentina), por lo menos desde los meses de abril hasta agosto inclusive, pues al igual que las Phalaenopsis no aguantan temperaturas de menos de 8 a 10 ºC.
Su cultivo se puede realizar en contenedores, con corteza de pino mediana o fina, con un porcentaje medio (15 %) de musgo sphanum, para mantener la humedad de las raíces en épocas de crecimiento.
Generalmente se producen dos nuevos brotes por pseudobulbo anualmente, por lo que se hacen grandes plantas rápidamente, debiéndose cambiar el contenedor cada dos o tres años, según el tamaño de la planta que tengamos en nuestro poder.